EL LECTOR (THE READER)
Película desarrollada en Alemania, después de la segunda guerra mundial, con un drama un poco confuso al inicio de la historia, ya que te envía de una fecha actual, a los recuerdos de un joven.
Nos relata la historia de chico de 15 años (Michael Berg) que termina enamorado de una chica mucho mayor que él (Hanna Schmitz).La historia comienza con el primer encuentro que se da entre ellos, desde ahí estos llegan a ser mas comunes.
El misterio al principio fue el ¿porque ella intercambia el sexo a cambio de que él le leyera?.
En uno de los encuentros que tuvieron ella le pide a él que esta vez hagan las cosas al revés, pues esta vez pide que antes de tener relaciones le lea algún libro nuevo. En cada encuentro que tenían el libro era diferente.
Un día ella se molesta y cuando él va a buscarla, ella se había ido. El no volvió a saber nada de ella en un buen tiempo. Un día, ya estudiando derecho, él se encuentra en un juicio como audiencia, sin saber que el juicio en el que estaba era contra Hanna; donde se le acusaba de la muerte de 300 personas en un incendio.
En esta parte es cuando todo llega a tener congruencia, pues a ella se le pide que escriba para confirmar si la letra es la misma a la que aparecía en el documento donde se da la orden de no dejar salir a nadie del lugar del incendio; todo tiene sentido pues ella no sabia escribir ni leer y aun así decide darse por culpable ante dicho juicio, tal vez por la pena de no decir que no sabia escribir ni leer.
Ha Hanna se le condena con 20 años de cárcel, en ese tiempo Michael le manda cintas con la lectura que él solía leerle; es ahí cuando Hanna aprende a leer y escribir, entonces ella intenta tener contacto nuevamente con él.
Las cosas ya no vuelven a ser las mismas ya que el era ahora un hombre casado y lo único que podría ofrecer a Hanna era una amistad. Al final Hanna se suicida y deja unos ahorros para que Michael se los diera a la única sobreviviente del incendio, por el daño que le había causado.
La película tiene un drama interesante pues al final lo único que buscaba Hanna era el placer de la lectura y solo lo conseguía cuando él le leía, ya que ella no sabia podía o mejor dicho no sabía.
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